domingo, 6 de septiembre de 2009

Maratón


El mundial de atletismo estaba por todas partes ese fin de semana en el centro de Berlín. Los alrededores de la puerta de Brandenburgo, con eso de ser el lugar donde terminaba la maratón, se habían engalanado, con decenas de casetas donde tomar las bebidas y comidas más variadas (no sólo las típicas salchichas y cerveza, sino productos típicos de buena parte del mundo). Tampoco podía faltar el puesto de merchandising obligado.



Aunque me hubiera gustado más ver cómo Chema Martínez conseguía el octavo puesto el sábado, el domingo nos encontramos de pleno con la maratón femenina por las calles.


El lunes ya no quedaba ni rastro de todo este jaleo: ni vallas, ni calles cortadas, ni casetas... Ni rastro tampoco de la delegación española, que en el fin de semana paseaba la bandera nacional por las calles de Berlín.