El reinado de Felipe II encierra muchos misterios. Muchas leyendas giran en torno al hijo de Carlos I y a su corte. En La casa de los siete pecados, la periodista y escritora Mari Pau Domínguez ha tratado de dar una visión diferente de la historia, centrándose en las pasiones secretas que pudieron rodear al rey y una de las mujeres con las que se casó, Anna de Austria (su sobrina y madre del heredero del trono, Felipe III).
Aunque La casa de los siete pecados consiguió el I Premio CajaGranada de Novela Histórica, hay aspectos que no llegan a convencer. El ritmo de la historia es lento y la acción demasiado escasa. Reflexivo en exceso, da vueltas al mismo tema una y otra vez, repitiendo frases y conceptos en una narración cíclica que hace que el argumento no llegue a avanzar.
La historia toma como protagonista en segundo plano la Casa de las Siete Chimeneas, que acoge el actual Ministerio de Cultura en Madrid y que, según esta novela, fue regalada por el rey Felipe II a su amante Elena Zapata para intentar al mismo tiempo tenerla cerca de él pero alejada de la corte y de los cotilleos del Madrid de entonces. Pero la jugada no sale todo lo bien que el rey hubiera querido, la reina empieza a atender a esos rumores de infidelidad y cayendo también en la tentación del pecado "principal": la lujuria.
Minucioso en el retrato de escenarios y personajes, falla en el desarrollo de la acción y la narración. Eso sí, se trata de un punto de vista diferente e interesante desde el que ver la vida de Felipe II. Por eso duelen sus pequeños defectos.