Salchichas y cerveza. ¿Qué puede haber más típico en Alemania? Las hay por todas partes, sobre todo la cerveza, con muchas fábricas donde hacen su cerveza que se puede probar en sus propios restaurantes, sin los aditivos y conservantes que las normas de la UE exigen para la exportación. En muchos sitios de Alemania, el agua es más cara que la cerveza. Con eso está todo dicho.
Uno de los primeros lugares "típicos" alemanes, en lo que a comida se refiere, que visitamos fue en Nuremberg. Cenamos en un restaurante en el centro del pueblo, un lugar muy pintoresco por dentro y por fuera, con un canal al lado.
Allí pudimos probar las famosas salchichas de Nuremberg. Son salchichas blancas a la brasa con un tamaño parecido a un dedo (son pequeñitas) y que se sirven de seis en seis. No tengo foto propia, pero para que os hagáis una idea:
En Rothenburg llegó el momento de probar el codillo. Crujiente por fuera, tierno por dentro. Muy bueno.
En Rothenburg también hay un postre típico que se puede encontrar en todas las pastelerías del pueblecito: las bolas de nieve. Son una especie de bolas (de diferentes tamaños) de hojaldre recubiertas de chocolate, azúcar o lo que quieran poner. Suena mejor de lo que sabe.
En Munich, siguiendo con las salchichas, son muy típicas las Weißwurst (en las notas que tomé lo apunté fonéticamente, "bais bust", para saber pedirlas). Salchichas blancas cocidas que se sirven en un cuenquecillo con agua. Se sacan de ahí, se quita el pellejo y se comen con mostaza agridulce. Y acompañado por un pretzel, también en todas partes de Alemania.
Y, desde luego, no podía faltar la bebida por excelencia en Alemania. Aquí, en su versión de un litro y en la cervecería más típica de Munich, la Hofbrauhaus, a la que le dedicaremos un post en exclusiva, porque ella lo vale.