El cine está en crisis, o eso dicen. Yo creo que más bien faltan ideas originales, hay una crisis de ideas. Pero esto es cosa de etapas, ya volverán buenos tiempos. Lo que está claro es que cada vez menos gente decide ir al cine a ver una película. ¿El precio? ¿La vaguería? ¿La incomodidad de estar con otra gente y sus ruidos? Lo más cómodo es verlo en casa, no lo vamos a negar. Aunque aún tiene su encanto eso de ir al cine. Para mí, siempre es un acontecimiento, ahora más usual que antes, pero igualmente un acontecimiento.
Y cada vez bajo más películas de internet, lo reconozco (pero como todos, no os creáis...), aunque no me considero una pirata. Son películas que, si no fuera de esta forma, no vería, así que no creo que haga mal a nadie. Es como la música: puedo bajarme un disco que no me habría comprado, tener la oportunidad de escucharlo y terminar yendo a conciertos del grupo y pagando mucho más que si me hubiera comprado el disco (si no, ¿cómo habría conocido la música de Bruce e ido a dos conciertos ya?).
En breve, YouTube también pondrá a nuestro alcance algunas películas. El 31 de octubre fue la primera vez que vi una película, Sleepy Hollow, en streaming a través de PelículasYonkis. Pierde algo de calidad, claro, pero son cosas que hay que sacrificar por la comodidad de tener un montón de películas para elegir en cualquier momento.
Y, en breve, Alcine. Ya tenemos el programa rulando por casa, y el fin de semana que viene, será finde de cortos :D
domingo, 9 de noviembre de 2008
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