Ya ha acabado otra edición de Alcine, el festival de cine de Alcalá de Henares. Aunque la clausura del festival fue ayer con la entrega de premios, la proyección de los cortos ganadores ha sido (está siendo) esta tarde-noche. La primera sesión casi ha llenado el Teatro Salón Cervantes; para la segunda había una cola tremenda (nunca había visto una fila tan grande para entrar al TSC); y la tercera, como empieza a las diez de la noche y es domingo, no creo que tenga tanto éxito, pero habrá gente, seguro.
Ha dado tiempo sólo a seis cortos, y ha habido para todos los gustos. Empezamos con el tercer premio "Ciudad de Alcalá" del Certamen Nacional de Cortometrajes, La clase, de Beatriz M. Sanchís. Un documental sobre cómo prepara una clase de niños de 4º de primaria una obra de teatro. Me gusta el mensaje de aprender a través del teatro (yo lo he experimentado en mis propias carnes, unas de las experiencias que recuerdo con más cariño de mi etapa en el colegio).
Seguimos con el primer premio ALCINE del Certamen Europeo de Cortometrajes, Rattlesnakes, una película islandesa que demuestra cómo unas botas pueden cambiar la vida de una persona. Después tocó un poco de humor español con el segundo premio "Ciudad de Alcalá" del Certamen Nacional, Heterosexuales y casados, de Vicente Villanueva. Una pareja que discute por cosas tan apasionantes como "¿Son los hermanos Calatrava o Caratabla?, ¿Toñi es la fea y Encarna la guapa de las Azúcar Moreno?", y que defiende la "unisexualidad" como la sexualidad del siglo XXI. Aquí, unos trocitos (hubo un tiempo, parece, en que estaba entero en YouTube, pero ya no):
Después de las risas, algo más serio: la indefensión del protagonista de El tiempo prestado, de David González. Al principio me daba mucha pena porque me recordaba a mi abuelo de Palencia. Luego me daba aún más pena por la situación que el corto refleja y el poco respeto y cariño por los mayores. Ha sido el ganador del primer premio "ciudad de Alcalá" en el Certamen Nacional de Cortometrajes, por cierto, ahí es ná.
Luego seguimos con el que menos me ha gustado, "52 procent". El segundo premio ALCINE del Certamen Europeo reflejaba los procesos de selección para un ballet en Rusia. Esos "niet" dolían en el alma, y la cara de las mujeres que elegían a las pobres niñas... Bastante chungo.
Y, para terminar, uno de los premios del público, para que nos vayamos contentos a casa: el premio del Público del Certamen Europeo, "Heureux qui comme Edouard", un corto francés en plan musical que satirizaba el capitalismo. Muy apropiado para este día precisamente, con la Cumbre de Washington calentita. "Después de la globalización, llega la galaxización". Aquí otros dos trocitos. Y nos despedimos de Alcine hasta el año que viene. ¡Y que vivan los cortos!
domingo, 16 de noviembre de 2008
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