No se me pasaba por la cabeza que una procesión de Semana Santa se pudiera parecer tanto a una cabalgata de Reyes... En Murcia es tradicional que, en las procesiones, los cofrades repartan caramelos y dulces de todo tipo, que van desde caramelos y piruletas hasta bolsas llenas de golosinas variadas. Los niños van preparados con bolsas para recoger todo lo que los cofrades reparten.
También me llamó mucho la atención que el reparto no es nada aleatorio: los cofrades, muchos de los cuales van con la cara descubierta, eligen a quién dan las golosinas. Incluso diciendo con nombre y apellidos quiénes son para que la persona que recibe el regalo lo tenga en cuenta...
Otra curiosidad es ver esos trajes llenos de caramelos, con aberturas varias para que puedan ir metiendo la mano y sacando los dulces con más o menos facilidad. Una tradición que a los que no somos de allí nos choca mucho: ver niños metiéndose en medio de una procesión para pedir caramelos a los cofrades, los cuales procesionan sin demasiado orden porque se entretienen cada dos por tres en el reparto.
Demasiado raro para mí, acostumbrada al estilo castellano de la Semana Santa, mucho más ordenado, silencioso y contenido.