A pesar de las aglomeraciones, de no poder ni caminar por las calles, de las señoras que en medio del caos se transforman y amenazan a otros señores con "romperles la cabeza" si empujan a su hijo...
A pesar de los pesares, me encanta Madrid en estas fechas. Es un caos total, andar por el centro es casi misión imposible, aparcar, tres cuartos de lo mismo. Pero me gusta caminar por la Plaza Mayor, comprender por qué Chencho se perdió en La gran familia, ver la gente friki que se atreve a llevar gorros y pelucas de lo más extraño, ver las luces de Navidad, los puestos y las novedades de cada año. Llegar a la Puerta del Sol e imaginar que un año esté ahí para comerme las uvas en Nochevieja.
Me gusta.