No soy muy de muertos vivientes, infectados, zombis o como se les quiera llamar. Pero me picaba la curiosidad todo lo que se ha montado con el estreno de The Walking Dead. La serie, basada en un cómic, se ha convertido en uno de los estrenos televisivos más esperados de la temporada, con una grandísima campaña de promoción a su alrededor.
El 31 de octubre llegó a las teles de Estados Unidos y Canadá. Pero el plato fuerte llegó el viernes 5 de noviembre, con un estreno mundial en 33 idiomas, algo sin precedentes en el mundo de la televisión. En España, ese día se pudo ver en Fox el capítulo piloto en versión extendida.
Todo el que había visto ese primer capítulo hablaba bien de él. Así que, como tenía la oportunidad de ir con mi hermano a ver la premiere de la serie en Madrid, allá que fuimos, a ver si lo que decían era verdad.
Un estreno como si de una película se tratara, con su alfombra roja, su photocall, sus famosos... Y sus decenas de fans en el interior esperando a ver en pantalla grande el primer capítulo de The Walking Dead. Y no defraudó.
Una muy buena producción, muy bien rodada, con un comienzo interesante que engancha al espectador. Zombis, sangre, tripas y esas cosas, sí, pero también una historia. Una buena serie que, de momento, solo cuenta con seis capítulos pero de la que se espera su renovación para una temporada más.
Muy recomendable, te gusten o no los zombis.