A puntito de empezar 2012, toca despedirse de 2011. No tengo buena memoria, y según pasan los años, menos aún. Pero a grandes rasgos diría que 2011 no ha sido un mal año para mí.
Si algo ha sido 2011 es el año de Quinta Temporada. Ha sido un año de series y de cine (cada vez menos cine para dejar sitio a las series). Más blogs, más posts, más trabajo. Pero sarna con gusto, no pica.
Escribir en cuatro blogs empieza a ser demasiado, y más si a la vez trabajas y estudias las últimas asignaturas que te quedan para terminar Filología Hispánica. Pero como todos son especiales por algo, me da pena abandonarlos. Así que ahí seguirán, a trancas y barrancas, pero seguirán hasta que el cuerpo aguante.
¿Qué nos traerá 2012? No me gusta crearme expectativas por anticipado, nunca lo he hecho y no voy a empezar a hacerlo ahora. Vendrá con sus momentos chungos y sus pequeñas alegrías del día a día. Con sus risas y llantos. Lo que es la vida en general. Y con la sensación de que se cada vez los día y los años se hacen más cortos. Eso sí, este año es bisiesto, con lo que tendremos un día más.
Esperemos que el 21 de diciembre no se acabe el mundo o que el cambio que predijeron los mayas no sea a peor, que la crisis vaya quedando atrás. Y que vivamos intensamente 2012, como hemos vivido 2011.
Nos vemos en el nuevo año.