lunes, 15 de julio de 2013

The end

Tras meses sin escribir ni una entrada en este blog, creo que ha llegado el momento de asumir por fin lo obvio: este blog queda suspendido. No voy a decir "cerrado", porque nunca se sabe qué puede pasar, pero de momento, no doy para más. Hemos vivido momentos bonitos juntos, pero poco a poco he ido volando y plasmando mis ideas, ocurrencias, tontunas, frustraciones... en otros lugares.

Más que The end, deberíamos decir, Continuará. Quién sabe si aquí o en otros lares. De momento, me podéis seguir leyendo en Twitter (@cakivi), en Facebook, en Alcalá en blog, en De Cine y, lo que más tiempo libre me consume, en Quinta Temporada.

Nos seguimos leyendo. Y gracias (si es que hay alguien ahí).

jueves, 7 de marzo de 2013

Se puede



El 17 de mayo, Real Madrid y Atlético de Madrid se enfrentarán en la final de la Copa del Rey en el Bernabéu. Está complicado, pero PODEMOS. Una vez, allá por 1992, ya se pudo.

martes, 5 de marzo de 2013

Cómo conocimos a Ted Mosby


El jueves pasado pude ir (milagro) a un #Birraseries especial: Josh Radnor, uno de los protagonsitas de Cómo conocí a vuestra madre, estaba en España presentando su nueva película, Amor y letras. Gracias a Avalon y Fox (y a los chicos del Birraseries, claro), un grupo de blogueros de series pudimos reuinirnos durante una hora con él.

Por lo que contó, parece que está bastante cansado de la serie y de Ted ("voy a grabar la serie como quien va a la oficina"), no sabe quién será la madre de sus hijos ("y de todas formas, ¿a quién le importa? La serie no es Cuándo conocí a vuestra madre, sino CÓMO conocí a vuestra madre, lo importante es el proceso"), y parece que no estaba demasiado cómodo con que nosotros estuviéramos tuiteando y mirando el móvil todo el rato ("estáis atendiendo o estáis tuiteando?"). Esta era la perspectiva que tenía de nosotros y que él mismo tuiteó unas horas después:
Me cayó bastante mejor Josh Radnor que Ted.

domingo, 3 de marzo de 2013

En estos días...

Hace mucho que no me paso por este blog. No me da la vida. Esta ausencia merece una explicación. La versión corta es que no he parado y no tengo tiempo para más. La versión larga os la detallo a continuación:

- Hemos retomado el blog Quinta Temporada (con mucho dolor...). Al no estar ya la persona que llevaba sobre ella la mayor parte del peso del blog, a los que seguimos nos lleva más tiempo todavía. Es el principal culpable de que no tenga tiempo para nada más. Solo veo series y escribo sobre ellas. Y no hago ni una cosa ni la otra tanto como me gustaría (tengo más de 40 capítulos acumulados y una docena de ideas de posts en la nevera esperando a tener tiempo suficiente para convertirse en posts).

- Han sido los Goya y los Oscar. Me encanta la temporada de premios, pero hacer los directos lleva mucho tiempo. No es solo llegar y comentar: hay que prepararse, con enlaces, anécdotas, datos, curiosidades... Y no está mal ver alguna que otra película de las favoritas (lo suyo sería ver todas, pero volvemos al problema principal: los días solo tienen 24 horas).

Tanto para los Goya como para los Oscar, estuve en la redacción de El País comentando lo que ocurría en directo en Eskup. Mucha diversión, bastante estrés (los directos siempre suponen estrés), pero el resultado fue un buen trabajo. Aquí podéis ver cómo fue la cosa:

Ahora que ha acabado la época de premios y que parece que las aguas vuelven a su cauce, espero poder volver a escribir de vez en cuando cosillas en el blog, aunque ya os digo que Quinta Temporada es muy absorbente.

De todas formas, siempre me podéis encontrar en Twitter, que para 140 caracteres siempre hay tiempo ;)

sábado, 19 de enero de 2013

Adiós a 'Fringe'


Otra serie a la que decimos adiós. Fringe ha durado cinco temporadas, pero yo llegué tarde a ella. Solo la he visto al día durante un año, el resto fue en maratón (ya conté hace casi un año cómo me enganché a Fringe). Una serie adictiva, que no engancha fácilmente y que tiene casi tantos fans como detractores (igual los fans éramos pesados, pero los detractores tienen tela también...). Pero cuando te atrapa, ya no hay remedio.

Fringe ha cambiado tanto desde que empezó como sus cabeceras. Al principio, la historia se centraba en Olivia, qué había pasado con su novio y los casos autoconclusivos que resolvía ayudada por Walter, el científico loco, y Peter, el hijo ausente que se ve obligado a traducir al cristiano lo que dice el padre. Pero la historia se fue perfilando y dejó el arranque titubeante atrás cuando se iba acercando el final de la primera temporada y todo empezó a volverse cada vez más loco. Cada vez más Fringe.

Al final ha resultado que lo importante era contar la relación entre padre e hijo (o entre padres e hijos, que en la quinta temporada también tenemos a Etta). Los mundos paralelos, los viajes en el tiempo y la relación entre Walter y Peter como punto de atención. Y toda la mitología que envuelve a la serie, con su propio mundo de autorreferencias.

El viernes fue el último #FringeDay, y Canal Plus Acción emitió los dos capítulos finales a la vez que en Estados Unidos (en realidad, al echarlos sin publicidad, en España vimos el final de Fringe antes que en su tierra originaria: ¡toma!). Y, afortunada de mí, pude ver el final con Miriam (nos faltó Álvaro, pero en la próxima cita seriéfila de Quinta Temporada estaremos todos).

A partir de ahora, SPOILERS del final. 

El penúltimo capítulo pasó un poco sin pena ni gloria, solo con el reencuentro de Olivia con su yo del otro lado y Lincoln y vimos cómo son en el futuro. Pero el capítulo chulo fue el último. Era el capítulo 100 y los responsables de la serie ya habían dicho que sería una carta de amor a los fans. Walter (no podía ser otro) nos tocó la fibra sensible primero despidiéndose de su hijo y después, sobre todo, con la despedida de Astrid, el momento en el que solté alguna lagrimita (pero nada comparable a la llorera con el final de Perdidos...). Ay, Walter, te vamos a echar de menos.



El final tuvo muchos autohomenajes, como la utilización de muchos bichos y eventos fringe en el ataque a los Observadores. Y a Walter cruzando con el niño-anomalía-observador al futuro para librarnos de los malvados calvitos. Y un tulipán blanco de Walter para Peter. Y la mirada de Peter a la cámara final (la sombra de Perdidos es alargada) que puede tener muchas interpretaciones: me quedo con que el tulipán blanco de Walter es también para los espectadores.



Ah, y una dedicatoria muy especial escondida entre las cartas de Peter y Olivia: "Thank you for the support" ("Gracias por el apoyo"). La carta de amor que queríamos. Gracias a vosotros.



Lo mejor es que ayer comprobé también que cuando se vuelven a ver capítulos pasados de Fringe, es la misma que la primera vez. O incluso mejor. Volveré a Fringe. Igual que sé seguro que volveré a Perdidos. Hay series y personajes difíciles de olvidar.

"Because it's cool", que diría Walter Bishop. 

lunes, 14 de enero de 2013

Noche de Globos 2013


Noche de Globos. Noche de trabajo, de Eskup, de Twitter, de teclas que echan humo, de capturas de pantalla, de vídeos... Aunque el dream team de los directos de premios no estaba al completo (ay...) lo pasamos bien entre premios de cine y de televisión. Me alegró que ganara Argo, que en los Oscar tiene pinta de que le va a ir mucho peor. En series, se veía venir el triunfo de Homeland (apostaba por ella: esta vez apostaba a caballo ganador y siguiendo el corazón, aunque habría molado que Mandy Patinkin también hubiera ganado premio). Y no me gusta nada que haya ganado Girls: no soy su público. Pero es lo que hay.

Así fue una noche más de premios, alguna sorpresa y mucho sueño (como siempre en estos casos):

viernes, 28 de diciembre de 2012

Mi repaso seriéfilo a 2012


Homeland


Nos encantan las listas de lo mejor y lo peor, "las 10 blablabla del año" (sustitúyase blablabla por lo que se quiera listar). Este año he devorado listas de lo mejor y lo peor de la televisión en 2012, y no me resisto a hacer la mía, pero a mi forma. Tengo una memoria horrible, seguro que se me olvidan momentazos seriéfilos del año, perdón por adelantado.

(Aviso: He procurado no poner spoilers, pero mejor, si no vas al día con alguna de las series mencionadas, no leas el parrafito)

Para ponerse de pie y aplaudir:


- The Other Woman (Mad Men): ese capítulo me dejó temblando. Cuando me levanté del asiento, me temblaban las piernas.

- Conversación en el bar y en la habitación del hotel al final del 2x04 de Homeland: fue el momento en que los seguidores de Homeland nos preguntamos "¿y ahora qué?" El final de la temporada nos lo plantan en el cuarto capítulo. Porque yo lo valgo.

- "It's a surprise party for you". El momentazo del año en The Good Wife. Reunión cara a cara frente al ascensor. La tensión se podía cortar. Risas.

- Say my name (Breaking Bad): se acerca el final y eso se nota. Es el momento de Mike, personajazo, y volvemos a ver a Walter White convertido totalmente en Heisenberg. Lloré.

 

Mis personajes del año:


- Walter Bishop (Fringe): tengo debilidad por él. Vivir sin Fringe va a ser duro. Este año me puse al día con la serie tras un maratón de capítulos en los que disfruté como una enana. El final del primer capítulo de la nueva temporada me arrancó alguna lagrimita. Walter es muy grande. Y a mí también me encanta el regaliz rojo.

- Mia (Hit & Miss): he visto esta miniserie británica en Navidad. De lo mejor del año, sin duda. Su protagonista es total. Y mejor no saber más sobre la serie.

- Isaak Sirko (Dexter): una lástima que no hayan sacado más partido a un malo tan bueno. Un mafioso ucraniano gay que planta cara a Dexter recordando los mejores momentos de Trinity. Sirvió para revitalizar una de mis series favoritas, que espero, deseo, ruego que termine en 2013.

- Nicholas Brody (Homeland): que me encanta, sigo pensando que es malísimo, pero a veces hace que me olvide. Está volviendo más loca (aún) a Carrie y ha dado la vuelta a las tornas en la trama de la serie. Me encanta, no lo puedo remediar.

 

Odio a muerte:


- A Girls y sus protagonistas. Le di muchas oportunidades: quise abandonar al segundo capítulo y seguí hasta el sexto (creo...). Tras cada capítulo quería dejarlo hasta que lo hice. Y me sentí taaaaan bien... Igual vuelvo a echar un ojo a la segunda temporada. Sé que son odiosas a propósito y tal, pero es que es superior a mí, no puedo con Girls.

A los guionistas de Downton Abbey que cuando no saben qué hacer con un personaje que debe desaparecer, lo matan. Bueno, no les odio en realidad, pero me hacen sufrir, malditos...

- A quien decidió cancelar Awake. A mí me gustó. Se ha quedado en miniserie a la fuerza. Lástima.

- A los que han decidido que sería buena idea que Cómo conocí a vuestra madre tenga otra temporada más (y van a por la novena).

 

Placeres culpables de 2012:


- Arrow: me engancharon los abdominales del prota y me quedé por la historia.

- Nashville: música country y lucha de gatas. Mola.

- Revenge: me gustó más la primera temporada que lo que va de segunda. Victoria Grayson es razón más que suficiente para seguir viéndola. 

- Smash: la mayoría de los capítulos son un rollo, pero Derek me hacía seguir. El primer y último capítulo merecieron la pena el esfuerzo.

 

Me enganché en 2012:


- Castle: no he visto enteras las primeras temporadas, solo capítulos sueltos, pero en verano vi casi del tirón la cuarta temporada y ahora voy a tiempo real con la quinta. Me gusta Castle, qué le voy a hacer.

- 24: llego con años de retraso, pero este verano ha sido en mi casa el verano de Jack Bauer. Muy fan. Y lo mejor es que solo he visto las dos primeras temporadas. Me quedan horas y horas de acción, conspiraciones y Bauer.

- The Walking Dead: vi la primera temporada y me aburrió bastante, así que la segunda la dejé para cuando tuviera tiempo. En el verano la vi del tirón. Y gracias a eso, he seguido con la tercera. Gracias, porque está en un plan estupendo. Eso sí, debería recordar más a menudo que no debo verla después de comer.

lunes, 24 de diciembre de 2012

29


Nochebuena, mi cumpleaños. Otro año más. A las puertas de la treintena...

2012 ha sido un año raro. Hasta octubre habría dicho que había sido un gran año. Esta recta final ha sido apestosa. Pero de lo malo se aprende. Yo he aprendido mucho.

En enero se murió mi abuelo, mi abuelo de Palencia. Es curioso, siempre parece que van a ser inmortales, pero resulta que no.

En junio terminé la carrera de Filología Hispánica. Echo de menos estudiar.

En primavera y verano, volvió Bruce Springsteen a España, y fui a verle dos veces. Las dos fueron mágicas. La primera, por ir a Sevilla, la #ciclogénesisSpringsteen, visitar a Ángeles y pasar un par de días geniales. La segunda por ser la vez que he estado más cerca del escenario: poder ver la cara a Bruce mientras actúa es impresionante. Y batimos el récord (hasta ese momento) de duración de un concierto suyo. Y cantó Thunder road. Y lloré. Magia.

Mi Atleti volvió a ser campeón de la Liga Europa. Nos estamos malacostumbrando. Menos mal que de vez en cuando Messi o el Real Madrid nos ponen los pies en el suelo. Simeone, te queremos.

Visité Londres. Fueron pocos días, tengo que volver. Me he quedado con las ganas de volver a Nueva York, que estaba entre mis propósitos para 2012. A ver si 2013 es el año.

Ha sido un año de series. Mejor no hago repaso a lo que he visto y lo que no (o sí, a ver si un día de estos puedo). 

El trabajo este año me ha dado satisfacciones (sobre todo, en forma de blog) y grandes decepciones. Lo pasé en grande con los Globos de Oro, los Goya, los Oscar y los Emmy. He conocido a gente majísima, otra no tanto, he escrito, entrevistado, pensado, imaginado... Me gusta mi trabajo. Y me gusta dónde trabajo. Por eso me ha sentado tan mal que me lo toquen. El maldito ERE llegó también a El País. Pasamos un mes muy duro, en el que siempre actué como si estuviera en la ya legendaria lista de los 149 (que al final se quedó en 129). La conciencia la tengo tranquilísima; creo que no todo el mundo puede decir lo mismo.

Fue un mes de compañerismo, de emociones a flor de piel, de todos a una, un mes en el que se vio quién estaba del lado de unos o de otros: en los malos tiempos es cuando se conoce de verdad a la gente. Fue un mes que terminó con 129 compañeros fuera y con unos días de no poder contener las lágrimas. Dicen que se llama el síndrome del superviviente. Aquel sábado 10 de noviembre sentí que me despertaban de un sueño dándome un mazazo en el corazón. Que el "mundo feliz" en el que vivía había sido todo una farsa. El sábado 10, el domingo 11, el lunes 12... y, desde entonces todos los días, han sido muy complicados. Seguimos adelante, no queda otra, pero ya nada es igual. Creo que no exagero si digo que el ERE, después de las muertes de mis abuelos, ha sido la peor experiencia que he vivido en mi vida. Puede que sea por mi edad, pero no lo he llevado nada bien. Todavía se saltan las lágrimas al recordar esos días. Malditos sean. Pero aprendí.

Ahora estamos a las puertas de otro año que pinta mal. Da igual lo que piense ahora que va a ocurrir: seguro que todo será diferente, que viviré cosas nuevas, alegrías, tristezas, dolor, emoción. Veré series, películas, viajaré, trabajaré, trabajaré mucho (el trabajo me da la vida, el trabajo es mi vida). Seguiré sin bloguear mucho por aquí (para qué voy a engañarme...). Pero será un año en el que sentiré cosas. Eso es lo importante. 

Y aprenderé. Como este año. Aprenderé mucho, de lo bueno y, sobre todo, de lo malo.

Quedan inaugurados mis 29.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Empieza la Navidad 2012

Cortylandia, Cortylandia. Ya es Navidad en El Corte Inglés y, por tanto, en el resto del mundo también.

Con Cortylandia cada vez se esmeran menos. Este año se movían cuatro muñecos y solo uno movía la boca cuando hablaba, el resto había que intuirlo (de noche les ilumina un foco cuando hablan, pero de día no se ve ese foco).


Nada que ver con lo que montan en Saks, en la Quinta Avenida neoyorquina. Impresionante. Tomad nota, señores de El Corte Inglés.
(Vía @rpedraz)

jueves, 8 de noviembre de 2012

EL PAÍS es de TODOS