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Y, como no podía ser de otra forma, el grandísimo Bruce Springsteen está ahí, como debía ser. Ya le estaba echando de menos, la verdad. Recuerdo su intensa campaña-gira a favor de John Kerry en las anteriores elecciones, cuando se enfrentaba contra George W. Bush. Me gusta cuando una persona tiene unas ideas, las mantiene y sabe expresarlas. Los artistas, actores, cantantes..., saben que tienen un poder mediático importantísimo, y que si se suma al de los políticos (que en el caso de Obama es bastante...), la conjunción puede dar buenos resultados.
O puede ocurrir al contrario. En algún artículo publicado cuando vino Springsteen en noviembre a España decían que se había visto perjudicado en Estados Unidos por esa filiación con el bando demócrata. La explicación tiene su lógica: empezó cantando para la clase obrera, con los problemas de la clase obrera, los inmigrantes, el trabajo duro, la juventud perdida... Sin embargo, con el paso de los años, sus seguidores dejaron esa clase obrera para empezar a tener una posición más acomodada (como él mismo, claro). Por lo tanto, ideológicamente se fueron tornando hacia el bando republicano, el de Bush y sus amigos.
Pero el bueno de Bruce no ha querido traicionar sus ideales y se ha mantenido como al principio. Por eso, muchos de sus seguidores estadounidenses le han ido abandonando, o por lo menos ya no compran sus discos ni llenan sus conciertos (cosa que, por el contrario, sigue pasando en Europa).
En cualquier caso, aplaudo su valentía, su constancia y fidelidad a sus ideas, como debe ser. Se echaba de menos una voz realmente autorizada defendiendo a Obama. Gracias, Bruce!
Firma de Bruce Springsteen (Foto de su web)
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